Santo Domingo, 21 mar (PL) Apenas culminadas las huelgas de médicos públicos y de transportistas, el gobierno dominicano se prepara para una semana cuyo punto más focal es el miércoles próximo, cuando los galenos marcharán hasta la sede del Ejecutivo.
La víspera, el presidente Leonel Fernández convocó una reunión del Consejo de Seguridad Ciudadana, a la que asistieron el secretario del Interior, los jefes de las fuerzas armadas, la policía y el ente antidroga.
Un lacónico comunicado de la Dirección de Prensa de la Presidencia dio cuenta del encuentro en el cual, dice el texto, se examinaron temas de la seguridad ciudadana y de interés del Estado, sin aportar más detalles, como era de esperar.
Aunque es indudable que tanto la delincuencia como el narcotráfico están a la orden del día en las calles dominicanas, resulta obvio que la inquietud oficial está centrada en los disturbios ocurridos días atrás en el norte y el este del país.
Todo indica que la huelga en cinco provincias orientales, levantada 12 horas antes de lo anunciado, sobrepasó a los organizadores, que demandan la construcción y reparación de carreteras y calles y otras obras de infraestructura.
El portavoz de los huelguistas aseguró que la prueba de fuerza se mantendría dentro de cauces pacíficos, pero derivó en choques entre la policía y manifestantes, que erigieron barricadas, quemaron neumáticos y apedrearon a los uniformados.
Las acciones del día culminaron en el arresto de tres decenas de personas, entre ellas una mujer que portaba un arma sin autorización, y cuatro heridos por perdigones disparados por las fuerzas antimotines.
En el caso de los médicos la situación es más compleja pues el gremio se muestra desafiante y las autoridades no dan indicios de intenciones de negociar las demandas salariales, que califican de irreales, más aún en las condiciones de crisis mundial.
El Colegio Médico Dominicano (CMD) reclama un aumento de hasta 58 mil pesos (más de mil 700 dólares) de los 20 mil como promedio que devengan ahora, así como aumentos de las pensiones y mejores condiciones de trabajo.
Llama la atención la acritud de las posturas, tanto del CMD como de las autoridades. Parte, según los indicios, de problrmas entre el presidente del gremio, Waldo Ariel Suero, y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD, en el gobierno).
La sabiduría popular afirma que las huelgas son alentadas por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), segunda fuerza política del país.
Miembros de la cúpula de esa formación dijeron que apoyan las reivindicaciones de los huelguistas, aunque aclararon que dentro de cauces pacíficos.
De su parte, medios del PLD, incluido el miembro de la Comisión Política Euclides Gutiérrez, llamaron a los senadores de ese ente a enfrentar a los del PRD en lo que tiene todos los ingredientes de una guerra no tan sorda.
En ese contexto, la convocatoria de Gutiérrez sonó a trompetazo inicial de una nueva y más aguda fase del choque entre el PLD y el PRD, cuyo próximo episodio, ya que no el último, se escenificará el próximo miércoles.
lma/msl
La víspera, el presidente Leonel Fernández convocó una reunión del Consejo de Seguridad Ciudadana, a la que asistieron el secretario del Interior, los jefes de las fuerzas armadas, la policía y el ente antidroga.
Un lacónico comunicado de la Dirección de Prensa de la Presidencia dio cuenta del encuentro en el cual, dice el texto, se examinaron temas de la seguridad ciudadana y de interés del Estado, sin aportar más detalles, como era de esperar.
Aunque es indudable que tanto la delincuencia como el narcotráfico están a la orden del día en las calles dominicanas, resulta obvio que la inquietud oficial está centrada en los disturbios ocurridos días atrás en el norte y el este del país.
Todo indica que la huelga en cinco provincias orientales, levantada 12 horas antes de lo anunciado, sobrepasó a los organizadores, que demandan la construcción y reparación de carreteras y calles y otras obras de infraestructura.
El portavoz de los huelguistas aseguró que la prueba de fuerza se mantendría dentro de cauces pacíficos, pero derivó en choques entre la policía y manifestantes, que erigieron barricadas, quemaron neumáticos y apedrearon a los uniformados.
Las acciones del día culminaron en el arresto de tres decenas de personas, entre ellas una mujer que portaba un arma sin autorización, y cuatro heridos por perdigones disparados por las fuerzas antimotines.
En el caso de los médicos la situación es más compleja pues el gremio se muestra desafiante y las autoridades no dan indicios de intenciones de negociar las demandas salariales, que califican de irreales, más aún en las condiciones de crisis mundial.
El Colegio Médico Dominicano (CMD) reclama un aumento de hasta 58 mil pesos (más de mil 700 dólares) de los 20 mil como promedio que devengan ahora, así como aumentos de las pensiones y mejores condiciones de trabajo.
Llama la atención la acritud de las posturas, tanto del CMD como de las autoridades. Parte, según los indicios, de problrmas entre el presidente del gremio, Waldo Ariel Suero, y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD, en el gobierno).
La sabiduría popular afirma que las huelgas son alentadas por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), segunda fuerza política del país.
Miembros de la cúpula de esa formación dijeron que apoyan las reivindicaciones de los huelguistas, aunque aclararon que dentro de cauces pacíficos.
De su parte, medios del PLD, incluido el miembro de la Comisión Política Euclides Gutiérrez, llamaron a los senadores de ese ente a enfrentar a los del PRD en lo que tiene todos los ingredientes de una guerra no tan sorda.
En ese contexto, la convocatoria de Gutiérrez sonó a trompetazo inicial de una nueva y más aguda fase del choque entre el PLD y el PRD, cuyo próximo episodio, ya que no el último, se escenificará el próximo miércoles.
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