miércoles, 13 de agosto de 2008

Narciso Isa Conde afirma Colombia trata de asesinarlo



El dirigente de izquierda Narciso Isa Conde denunció que el Gobierno de Colombia, en colaboración con “sicarios” y agentes de la Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), estarían orquestando una trama contra su vida por sus presuntos vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
Isa Conde hizo la denuncia en una comunicación que entregó al procurador general de la República, doctor Radhamés Jiménez Peña, en la que dice que ese atentado se haría con la “tolerancia o la actitud de dejar hacer o pasar del Gobierno del PLD y del doctor Leonel Fernández”.
Señala que el jefe del Ejército de Colombia, general Mario Montoya, habría visitado recientemente el país para tratar de desmostrar su vinculación con la Farc.
En su carta a Jiménez Peña, Isa Conde aclara que no pide protección por un posible atentado contra su vida, sino que las autoridades expliquen al país los motivos de las visitas de Montoya y otros jefes militares del gobierno de Colombia.
A continuación, el texto de la misiva de Isa Conde a Jiménez Peña:
“He tenido informaciones precisas de la visita al país en varias oportunidades de representantes de inteligencia y jefes militares del régimen narco-para-terrorista de Alvaro Uribe Vélez, indagando sobre mis vínculos políticos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y presionando a favor de la criminalización de las mismas.
“Igual me he enterado de contactos con esos mismos fines de autoridades judiciales y de inteligencia de ese país con esa Procuraduría General de la República.
“Hace ya algunas semanas el periodista Alvaro Arvelo denunció en el programa radial El Gobierno de la Mañana la presencia cuasi clandestina del general Mario Montoya, jefe del Ejército de Colombia, y precisó que entre lo tratado por él con autoridades militares del país incluyó mis vínculos con las FARC. Ninguna autoridad nacional desmintió el hecho, el cual pude confirmar por otra vía.
“La intervención soterrada, permitida por el Presidente de la República y las autoridades competentes, aunque se diga que es “colaboración” entre “gobiernos democráticos” y concepción “global” de la justicia, es a todas luces un hecho repudiable por violatorio a la soberanía del país y a mis derechos políticos, y por eso en primer lugar deseo expresar mi justificada indignación frente a estos hechos.
“Este repudio y esta indignación se potencian cuando la injerencia y la presión que la acompañan provienen de un régimen criminal, torturador, promotor del terror de Estado y del para-militarismo, comprometido en masacres espeluznantes, violador reciente de la soberanía territorial del Ecuador y estrechamente asociado a los carteles de la droga y a los planes de guerra de los Estados Unidos en la región.
“Con mi nombre, con mi dignidad a toda prueba, se ha estado jugando en despachos militares, palaciegos y judiciales a instancias del régimen colombiano. Y no sólo en el caso de la visita del general Montoya, conocido en Colombia y hasta en los archivos de Washington por vocación criminal y participación en espeluznantes masacres, sino en sucesivos contactos posteriores con autoridades desde la Presidencia de la República. Todo esto en momento en que se anuncia una intensa asesoría policial colombiana y preocupantes programas de instrucción “antiterrorista” del Comando Sur al Ejército Nacional.
“Por eso, en su condición de máxima autoridad del Ministerio Público, llamado a representar la sociedad, le sugiero poner cuanto antes en conocimiento del país tanto los pedidos de las autoridades colombianas como la postura oficial de su Despacho.
“Reclamo, por tanto, claridad, responsabilidad, renuncia al ocultamiento y a las tratativas a la sombra del silencio de esos pasos.
“Y lo hago porque no tengo dudas de lo que traman los padrinos políticos de los referidos visitantes: el presidente Uribe, el ministro de guerra Ramón Santos, la DAS colombiana, la CIA estadounidense y la MOSSAD israelí.
“El manoseado requerimiento judicial de mi persona por autoridades judiciales y gubernamentales colombianas y el subsiguiente pedido de extradición que en casos similares están intentando en otros países, es sólo una de las dos opciones contempladas desde esa conjura secreta contra mis derechos.
“Y digo dos opciones, porque además de a “judicial”, que a mi entender le resultaría políticamente muy costosa y difícil de instrumentar a este gobierno y al Ministerio Público que Usted formalmente dirige, de muy buena fuente conozco de la intención del régimen de Uribe de atentar contra mi vida a través de sicarios y agentes de la CIA emplazados aquí, hasta ahora con la tolerancia –o la actitud de “dejar hacer” o “dejar pasar- del Gobierno del PLD y del Dr. Leonel Fernández.
“No estoy solicitando protección alguna a quienes no han tenido el valor de rechazar esas presiones externas y se han mostrado incapaces de asumir la defensa de un conciudadano que ha dedicado su vida a enfrentar las injusticias y a combatir todas las modalidades de delincuencia de la infamia procedente de fuentes criminales.
“Siempre he asumido mi autoprotección, basada en una moral sin máculas y una convicción revolucionaria profundamente arraigada.
“Sencillamente solicito ponerle fin a la fase secreta de esta trama seudojudicial, asumiendo cada quien sus responsabilidades frente a la sociedad.
“Solicito que se le informe oficialmente al país a qué han venido los jefes militares, los agentes de inteligencia y los funcionarios colombianos, que han conversado sobre mi persona con los jefes militares y funcionarios dominicanos y cuál es la posición de esa Procuraduría General de la República sobre sus evidentes pretensiones y trajines. No más silencio”.

No hay comentarios: